El desierto revestido de diamantes. Primer grito.
La luz del alba al retirarse el mar;
Y tú, estallido solar, ojos de fuego
Lagarto antiguo
que aún gravita
en mi interior.
Una explosión de Ángeles y lunas: tu silencio
bendito brillo del amor en la niñez.
Toda tu inocencia malgastada
por el don de la pureza. Y los demonios
que crecerían en tu pecho
bajo el horror de las palabras
El dolor.
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