Yo soy quien te arrancará los ojos con la lengua cuando abras la puerta para entrar al baño. Por ello, te aconsejo que la próxima vez que quieras ir al baño, te asegures de observar todo detalladamente, ya que será la última vez que lo hagas.
Bajo la cama escondiste dos botellas que un amigo encontró.
Estabas dormido, cerca del mediodía; tu amigo intentó despertarte pero lo ignoraste. Tu despertar fue desapacible. Ocurrió cuando tu amigo enloqueció y se puso a gritar con una euforia inusitada, cuyo origen no comprendiste hasta que lo viste salir del baño. De pie junto a la puerta abierta del baño, él bebía de una de las botellas.
Por alguna razón que nunca te interesó dar a conocer, ello te irritó en demasía. Entonces te levantaste bruscamente de la cama, con tu largo pelo hecho un desastre, y fuiste hacia tu amigo con intenciones de golpearlo. Cuando estabas a dos pasos de alcanzarlo, te desmayaste.
Nunca se supo que contenían las botellas.
Yo soy quien te arrancará los ojos con la lengua cuando abras la puerta para entrar al baño. Por ello, te aconsejo que la próxima vez que quieras ir al baño, te asegures de observar todo detalladamente, ya que será la última vez que lo hagas.
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