sábado, 1 de enero de 2011

EL BESO. UN SIGLO DESPUÉS DE LA VERDAD



Un gigante tuerto y sucio asoma su cerebro
hacia la copa de cristal
que parece derramar una sangre espesa, verdusca y fría.
allí donde no hay espacio ni medidas de espacio
se derrama.
se derrama, se desborda como esperma
pero sin amor, sin vida ni utilidad.

doncellas ataviadas con ropajes de oro,
se entregan a terribles orgías
copulan con el hipotálamo del gigante
lo hacen una y otra vez
hasta llegar a un terrible estado de agotamiento

el orgasmo es el clímax del silencio cerebral.

un árbol de fuego. un circo fúnebre. el mar sin agua.

llámalo por su nombre, ÉL no vendrá al menos que lo azotes con palabras frívolas.
y aunque repitas su nombre en busca de respuesta, ÉL no vendrá.

el destino es un símbolo estampado bajo el océano. es nuestro, el símbolo
y todas las voces que aún no han aprendido a cantar lo saben
y el hijo del padre de tu padre lo sabe
y todos lo conocen aunque teman decirlo.

Un mundo en un apretón de manos. ver el ojo de la voluntad.
Es cierto que todos acabaremos aplastados
Podríamos, tal vez, salvarnos y alcanzar la sabiduría
bebiendo en un oscuro jarrón egipcio. no creas nada de esto.
las cosas nunca son lo que parecen.

                                             la ilusión del espejismo psíquico es mi herida.
                                             ¿También estás herido, hermano?
besaré tus heridas hasta que te duermas.


¿Puedo amarte con locura veraniega?
¿Puedo llorar contigo hasta el final del tiempo?

Recuerdo explosiones violáceas en la noche del milagro
romances en lápidas, castillos dorados
y 
doncellas de plata.

¿Quién está gritando esto?
Repito. ¿Quién produce ardor en mi cerebro?
Estoy solo. No hay respuesta.

La cabaña musical del amor permanece intacta
Espero tu llegada, tu sonrisa sincera, la fermentación veraniega
del verdadero renacimiento mental.

La sangre es sagrada y terrible
se derrama donde no hay espacio ni medidas de espacio
se derrama sobre todas las ideas y las muertes
se derrama sobre bosques celestiales y hermosos demonios
que aúllan hacia el eco del amanecer.

                            Un ritmo selvático, salvaje y lluvioso

                            Un canto a la vida. besos de serpiente

El temblor más poderoso de la historia...
Y entre todo esto,
el beso del gigante tuerto se consume.
Envíame una señal en una botella
Hazme saber que estás vivo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario